Cada vez que recuerdo los fines de semana relativos a mi infancia, siempre vienen a mi mente esas visitas a la tienda de alquiler de cintas de video con mi papá. Unos locales que los viernes y sábados se llenaban de gente ávidas de encontrar en la mejor calidad posible (VHS, of course) las últimas películas de la cartelera.
Claro, eran tiempos donde ni siquiera existía Napster. Creo que en ese entonces ni siquiera había tocado mi primera pc. Lo más cercano había sido un Télex (ojo, me encantaba agarrar los circulitos de papel que caían después de recibir un mensaje perforado en cinta), pero, volviendo al caso, las redes p2p, los torrents y taringa, eran apenas sueños en ese entonces. Por eso existían las tiendas de videos. Y cada fin de semana era mejor que el otro: recogíamos un cargamento de 3, 4 o 5 películas para todo el fin de semana. Y nunca faltaba una buena comedia. Como las que hacía este señor. Espero que se encuentre al lado de Dios haciéndolo reír con alguna de sus excelentes representaciones. En serio, para mí, comedia es igual a The naked Gun (o como aquí lo alquilábamos: Y Donde Está El Policía?) fuera la 1, la 2 1/2 o la 33 1/3, no importaba cuantas veces la vieras, o si te conocías las historias, o inclusive las líneas, (magistral, la de la primera entrega cuando ayudando a subirse a la escalera a Priscilla Presley, y viéndole hasta la sombra, le comenta: "-Nice beaver", luego de lo cual ella le pasa... un castor disecado!)
Aeroplano, todas las Locademias de Policía, en el papel de Frank Drebbin, haciendo cameos, o hasta en las muy malas películas del tipo "Not another XXX movie", el señor Nielsen, siempre hacía lo que mejor sabía hacer: hacerme reír. Un humor sabroso, de carcajearse y retroceder (sí, con el botón de REWIND ◄◄) el cassete sólo para volver a verlo mirar una explosión sin lentes de seguridad, colocarse un balde de hielo en la ingle para bajarse la temperatura, o sostenerle ambas manos a una mujer para que -sorpresivamente- una tercera mano lo abofeteara. Así es como yo recuerdo mis fines de semana de películas. Nunca me cansaré de rendirle el mejor homenaje al muy querido Leslie Nielsen: riéndome con (y por) él.
Paz a tí.
Rafael
