abril 02, 2011

Sentimientos, sensaciones, extrañesas y países

Casi setenta y cinco dias es lo que llevo aquí en Noruega. Y aunque es imposible negar que me encanta este lugar, y que solamente en sueños escogería otro lugar para vivir con mi familia, mentiría si digo que no extraño a los venezolanos. Que no me hace falta el calor urbano, la echadera de vaina, las sonrisas familiares, la polar helada y un buen pepito callejero. Como lo extraño, todo eso. Aqui vivo con un sol que se esconde casi a las nueve "de la tarde". Aqui veo lo que ocurre cuando todo el mundo decide -simultáneamente- respetar la ley. Esta es una sociedad ordenada, y aunque al principio parezca un poco fría (siendo Venezolano todo te va a parecer frio) cuando la empiezas a conocer, ves que la gente tiene un corazon cálido, dadivoso y amable. Y esa es una de las cosas que me ayudan a aferrarme. Se que no me iré, pero aún asi sé que hay partes de mi que todavía no han llegado a Bergen. Espero por ellas. Y de llorar... Eso es otro cuento! Gaitas, vengan a mi! Gracias, Gran Coquivacoa por hacerme recordar lo bonito de Venezuela!


No hay comentarios.:

Calificación

Te gusto este post? Guardalo en PDF!